29 de febrero del 2012
Mientras no estemos totalmente comprometidos habrá indecisión, existirá la posibilidad de echarse atrás y habrá siempre ineficacia. En relación con todos lo actos de iniciativa (y de creación), hay una sola verdad elemental, cuya ignorancia mata innumerables ideas y planes esplendidos: en el momento en que uno se compromete firmemente, la providencia se pone también en movimiento. De la decisión surge todo un caudal de sucesos que provoca todo tipo de incidentes imprevistos a nuestro favor, causa encuentros casuales y trae la ayuda material que nadie habrá soñado encontrar.
En otras palabras, el universo te prestará su ayuda, te guiará, te apoyará e incluso creará milagros para ti. Pero, primero, ¡debes comprometerte!.
DECLARACION: Ponte la mano sobre el corazón y di:
“Me comprometo a ser rico”.
Tócate la cabeza y di:
“¡Tengo una mente millonaria!”.
Extracto de el libro los secretos de la mente MILLONARIA