sábado, 28 de septiembre de 2013

LA ENFERMEDAD DEL SIGLO XXI


La procrastinación
 
La procrastinación (del latín: pro, adelante, y crastinus, referente al futuro), postergación o posposición es la acción o hábito de postergar actividades o situaciones que deben atenderse, sustituyéndolas por otras situaciones más irrelevantes o agradables.
El término se aplica comúnmente al sentido de ansiedad generado ante una tarea pendiente de concluir. El acto que se pospone puede ser percibido como abrumador, desafiante, inquietante, peligroso, difícil, tedioso o aburrido, es decir, estresante, por lo cual se auto justifica posponerlo a un futuro sine die idealizado, en que lo importante es supeditado a lo urgente.
Por otra parte, el llamado "síndrome del estudiante" (el hecho de que muchos estudiantes pospongan la entrega de sus trabajos hasta el último minuto del día de la fecha límite o el estudio hasta el día antes del examen) está presente, al parecer, también en otros grupos sociales: en las temporadas en las que se acerca la fecha límite para pagar los impuestos (para presentar las declaraciones mensuales o anuales), las oficinas donde se llevan a cabo esos trámites (los bancos, por ejemplo) se saturan de personas que asisten a realizar ese trámite sólo hasta el último momento. Asimismo, es una conducta procastinativa la que consiste en coleccionar muchas opciones como excusa para no decidirse por ninguna en concreto.
La procrastinación, en particular, es un problema de autorregulación y de organización del tiempo. Su solución consistiría, entre otras cosas, en lograr una adecuada organización del tiempo, concentrándose en realizar las tareas importantes que tienen un plazo de finalización más cercano. Quien pospone o procrastina una decisión, por no sentirse preparado -esperando que todo se resuelva por sí solo- suele aducir que lo hará después «... en cuanto tenga tiempo», con lo que está presentando, en el fondo, una conducta evasiva Bases psicológicas y de personalidad William Knaus, en «Superar el hábito de posponer», propone una serie de características personales que son propias de las personas con tendencia a la postergación:
2 Creencias irracionales: basadas en una pobre autoimagen y auto concepto de sí mismos que les hace verse como inadecuados o incompetentes, o ven al mundo con demasiadas exigencias que no se ven capaces de cumplir.
Perfeccionismo y miedo al fracaso: postergar, y justificar un resultado final por falta de tiempo, sirve de excusa para evitar el miedo al fracaso, en tareas donde no hay garantías de éxito. Son personas perfeccionistas y autoexigentes, que se marcan metas poco realistas.
Ansiedad y catastrofismo: el cúmulo del trabajo supone un cúmulo correlativo del nivel de ansiedad. La dificultad para tomar decisiones y la búsqueda de garantías de éxito antes de iniciar una tarea provoca finalmente sentimientos catastrofistas, y como resultado se sienten saturados e indefensos. Pueden sentir autocompasión, escudándose en que no son aptas para las exigencias del mundo que les ha tocado vivir.
Rabia e impaciencia: las exigencias desmesuradas y el catastrofismo provocan también rabia e impaciencia. Pueden surgir ideas del tipo «yo debería ser capaz de realizar esto solo» «¡qué idiota que soy!» o «¡no puedo tolerar esta ansiedad!». Estas personas perfeccionistas, al no cumplir con las metas que se marcan, se muestran agresivas contra sí mismos. Terminan atrapadas en un círculo de enfado-rebelión que empeora su rendimiento.
Necesidad de sentirse querido: el deseo de realizar tareas en base a la recompensa en forma de amor o aceptación de los demás. La creencia que subyace es: «todos deberían amarme para poder amarme a mí mismo». Basa su valía como persona en la aceptación y atención recibida. Si se les recompensa con sus demandas implícitas se sienten fuertes psicológicamente y por el contrario se sienten inválidas cuando no obtienen lo que desean. Por ese motivo estas personas aceptan todo tipo de demandas de los demás con el fin de agradar.
Sentirse saturado: el trabajo se les acumula, y se ven incapaces de establecer prioridades; esto provoca sentimientos de ansiedad, saturación, estrés, angustia, indecisión, impotencia, inmovilización y fracaso, lo que cierra un círculo vicioso del que no pueden escapar. Tipos de procrastinación[editar fuente]
Existen tres tipos de procrastinación: Por evasión, cuando se evita empezar una tarea por miedo al fracaso. Es un problema de autoestima. Por activación, cuando se posterga una tarea hasta que ya no hay más remedio que realizarla. Es un problema contrario al anterior.
Por indecisión, típico de las personas indecisas que intentan realizar la tarea pero se pierden en pensar la mejor manera de hacerlo sin llegar a tomar una decisión. Se denomina también complejo de Penélope (la mujer de Ulises, que tejía y destejía siempre la misma tela para evitar casarse con los pretendientes al reino insular de Itaca mientras esperaba que volviera Ulises).
Frases populares relacionadas Un famoso refrán que combate la procrastinación es el que dice: «No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy». En el mundo anglosajón se dice: «La procrastinación es el ladrón del tiempo».
También podría decirse que la procrastinación es el ladrón del deseo [cita requerida]. Otra frase relacionada es: «Analysis Paralysis». Otras frases[editar fuente] Ley de Acosta: "El tiempo que requiere una tarea crece cuando la interrumpimos y la reanudamos"[cita requerida] Ley de Parkinson: "Todo trabajo se dilata indefinidamente hasta ocupar todo el tiempo para su completa realización" “Antes de empezar un asunto nuevo, debes detenerte y terminar los asuntos viejos”. “Cada minuto que pasas planificando, te ahorrará al menos 10 minutos de tiempo ejecución”. “Un buen manejo del tiempo te da poder para controlar la secuencia de los eventos que ocurren”. “Nunca hay tiempo suficiente para hacerlo todo, pero siempre lo hay para aquello que es importante”. Gestionar bien el tiempo no es tanto una cuestión de utilizar bien el reloj, sino de utilizar bien la brújula.
 
FUENTE:WIKIPEDIA
 
ENSAYO: ********** El mal de nuestros días, la enfermedad, el virus, la pandemia que padecemos el 95% al 99%  de todas las personas del mundo, considero en mi muy humilde opinión. Lo triste de el asunto es que esta enfermedad no te mata la vida, mas bien te encadena y te condena a una vida mediocre e infeliz, al día a día, sobreviviendo, no viviendo, y además: Culpando al gobierno, la crisis, el clima, la sociedad, si tuvimos o no tuvimos educación, ..., y nos llenamos nuestra mediocre vida de excusas y pretextos culpando a la esposa, al vecino, al amigo que nos traiciono....
 
Y al final de nuestros días, en el ocaso de nuestras vidas cuando ya no exista nadie quien nos escuche nuestra propia conmiseración, solamente nos quedaran dos opciones por entregar:
Excusas o hechos,
 
 
¿Cuál vas a entregar tu?

viernes, 27 de septiembre de 2013

HAGAKURE, EL CAMINO DEL SAMURAI


Tengo la impresión de que los jóvenes Samurái de hoy en día se han fijado objetivos lamentablemente bajos. Tienen la mirada furtiva de los ladrones. La mayoría sólo busca su interés personal o hacer gala de su inteligencia. Incluso los que parecen tener el alma serena sólo muestran una fachada. Esta actitud no es conveniente.
Un Samurái sólo lo es verdaderamente, en la medida que no tiene otro deseo que morir rápidamente —y de volverse puro espíritu— ofreciendo su vida a su amo, en la medida donde su preocupación constante es el bienestar de su Daimyo, al que rinde cuentas continuamente, sin cesar, de la manera mediante la cual resuelve los problemas para consolidar las estructuras del dominio. De este modo, Daimyo y servidores deben estar determinados de la misma manera. Es indispensable que nadie, ni siquiera los dioses y los Budas, puedan haceros desviar de la meta fijada.
 
 

viernes, 20 de septiembre de 2013

REFLEXION


EN LA VIDA NO EXISTE CASUALIDAD, ESTAS AQUI POR ALGO,....

ESTA ES TU VIDA ...
Y TIENES QUE VIVIRLA...

NO TIENES QUE DESCUBRIR ¿QUIEN ERES?
...
POR QUE YA SABES QUIEN ERES!!!!