jueves, 21 de noviembre de 2013

El ser, hacer y tener.

 

Deber hacer, tener que hacer y querer hacer.

Sabes, primero tienes que  ser y tener que hacer a que se refiere, en nuestras etapas de nuestra vida en nuestra niñez, adolescencia, somos y hacemos lo que nos dicen, aprendemos las reglas del juego establecidas, por Dios, nuestro gobierno, nuestro sistema, nuestros maestros, nuestra familia, nuestros padres, simplemente tenemos que dejamos ser, cuando niños, somos ángeles aprendiendo y absorbiendo todo casi por osmosis de la sociedad que nos rodea, incluyendo los bombardeos mediáticos, increíblemente incisivos, pues de mayores supuramos tantos prejuicios incrustados en nuestra más infantil y pura conciencia para beneficio o desgracia.
El hacer y tener que hacer en nuestra edad joven adulta, madura por sentido común que ya no es tan común hoy en día, pues, seguimos con esas ideas preconcebidas desde nuestra niñez, muchos continuamos pensando como niños ya con obligaciones, siendo padres y trabajando para mantener nuestra familia, es triste pues muchos seguimos siendo tan ingenuos y caprichudos que queremos que todo lo recibamos gratis y en nuestras manos, ¿Si no?, tremendo berrinche que hacemos, a pesar de que tenemos cosas que hacer y tenemos que hacer y muchos eludimos nuestra responsabilidad al evadir llenos de pretextos  lo que tenemos que hacer, gracias a lo aprendido en nuestra infancia.
El tener y querer hacer significa el cosechar lo que hemos sembrado en toda nuestra vida, hablamos del aprendizaje adquirido en nuestra infancia, y experiencia aplicada en nuestra edad adulta.
Esto es tan simple, y tan abstracto para el 95% del mundo entero, esta tan cerca de nuestra nariz la simplicidad de la formula, pero tan cerca que no la vemos o no la queremos ver.
 Es un poco como la carta robada en el cuento de Edgar Allan Poe. Es aquél sobre una carta que la policía buscaba en la casa de alguien y que no podían encontrar porque, en vez de estar oculta en algún lugar, estaba colocada en un sitio que nadie podía imaginar: ¡a plena vista!(el millonario instantáneo), es tan difícil encontrar a Dios que solo tienes que buscar dentro de ti, es como la felicidad que por más que busques en el mosto la fornicación y las riquezas(biblia) no encontraras hasta que simplemente voltees a tu alrededor y veas que todo lo que te rodea es tuyo aunque no lo poseas, la respiración, el latir de tu corazón, la felicidad no es una meta, ni lo que creas que es de tu propiedad  incluyendo tus familiares e hijo(a)s.
Ahora, ¿No culpes a nadie por lo que estás viviendo?, sé que tienes millares de pretextos para eludir tu responsabilidad de no haber sembrado y cultivado lo que estas cosechando, es tan fácil llegar al éxito personal estando en la escalera equivocada, pues cuando llegas te das cuenta que estas vacío, en mi caso personal es tan difícil enfrentarme a aquella persona imperfecta que tengo en mi casa y negocio, aquella estúpida persona que la mayoría de las veces hace cosas sin pensar, que comete errores a discreción, para mi suerte vivo con ella y la veo todos los días en el baño.
  El espejo.
 
Por cierto hablando de espejo les regalo este breve relato encontrado vagando en internet, sin oficio ni beneficio más que el hacernos tomar conciencia de muchos cargas que traemos inconscientemente en nuestra vida adulta, ampliamente recomendable, si por casualidad llegas a llorar te encargo recomendar.

La ley del espejo.

 

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